MANACO: Dejando Huellas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El pasado 7 de julio, en ambientes de la legendaria chichería “La ch’ujlla” se llevó a cabo el “I Encuentro de Trabajadores y Ex-trabajadores del Sindicato MANACO: Dejando Huellas”. Con el objetivo de dar inicio a un proceso de investigación y análisis, para reconstruir la historia de uno de los sindicatos fabriles más importantes de Quillacollo, de Cochabamba y de Bolivia. Dicho encuentro estuvo marcado por la emotividad, los recuerdos, las anécdotas y sobre todo la alegría.

“Dejando Huellas” contó con la participación de quillacolleños ilustres como: Don Rafael Peredo,  Nicolás Quiroga, Celestino Arteaga, Hugo Quiróz, Ponciano Fuentes, Aida García, Guido Arce, Marcos Marín, Adelaida Mérida, entre muchos mas compañeros y compañeras de MANACO y Quillacollo. También se hicieron presentes ex dirigentes y dirigentes actuales como José Zambrana, Mauricio Bazualdo, Heriberto Mamani, Oscar Olivera, Sergio Guzmán y otros.

Asimismo, el encuentro fue honrado con la participación del hermano mayor y ex-dirigente minero Filemón Escobar, así como del Alcalde Quillacollo, Charles Becerra.

Los discursos de los diferentes oradores estuvieron cargados de emociones por los recuerdos, otros rememoraban la fuerza y mística sindical de antaño y otros llevaban esa fuerza a nuestros días con fuertes críticas a la actual política de gobierno. Así, después de las palabras alusivas al encuentro, se organizaron mesas de reconstrucción de la memoria colectiva, donde los participantes aportaron su memoria, fotos, recortes de periódicos, anécdotas y datos sobre las “viejas épocas”.

Se conversó sobre la gran importancia del Sindicato en la transformación de la ciudad de Quillacollo gracias al movimiento económico, la instauración de la escuela, el equipo de fútbol y la fraternidad de diablada, entre otros. Por otro lado, se contaron historias sobre la larga lista de luchas sindicales, no solo por mejores condiciones laborales, sino por la recuperación de la democracia durante las dictaduras militares y contra la flexibilización laboral durante los gobiernos neoliberales. Igualmente, los trabajadores mayores, recodaron la vida cotidiana del sindicato, aquellos detalles que le dan sentido a las cosas, los amigos más sobresalientes, sus apodos, chistes e inolvidables anécdotas.

Finalmente, en una plenaria general, se dio la palabra a trabajadores legendarios del Sindicato MANACO. Estos expresaron su profundo compromiso con la recuperación de su historia y la importancia de la misma para las nuevas generaciones obreras, cuyo futuro incierto en este nuevo mundo del trabajo necesita más que nunca una mirada al pasado.

La mística sindical y la memoria histórica del movimiento obrero, significan para los jóvenes de hoy un testimonio de lucha, un testimonio de dignidad y una prueba de que el mundo puede cambiar desde abajo, con unidad, compromiso y organización.  El Sindicato MANACO y sus incontables batallas por una sociedad más justa, nos cuentan una historia: nos queda a nosotros aprender de ella.

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