La Red VIDA celebra los 15 años de la guerra del agua

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Fotografía y composición: Aldo Cardoso

En nuestra historia como Red Vida la guerra del agua en Bolivia es un hecho fundacional.  Esa narrativa de la guerra del agua siempre será leída y escuchada con entusiasmo por los defensores y defensoras del agua en todo el planeta.  La defensa del agua como bien común tiene en la guerra del agua un cúmulo de aprendizajes invaluables. La movilización informada del pueblo que comprendió la esencia de los contratos y la legislación que favorecía la entrega del agua, del bien común, a la transnacional Aguas del Tunari, para hacer de la garantía de un derecho fundamental un negocio puro y duro.

La coordinadora que fue creciendo en cada poblador y pobladora, en cada persona de Cochabamba, en los sindicatos, en los grupos universitarios, en las juntas de vecinos, en los barrios de regantes, en la población migrante de los campos, todos en solidario abrazo con la gente campesina, bloquearon los caminos de la privatización y abrieron los caminos de la democracia.

La Coordinadora se fue haciendo caudal y cada quien una gota de su agua en recorrido tormentoso por calles y caminos, la coordinadora somos todos y todas y así se recuperó la palabra, el derecho a reclamar, se refrescó la democracia. La coordinadora se hizo asamblea permanente, cabildo abierto, consulta popular.  Ese 4 de abril del 2000 será inolvidable, el pueblo en su conciencia y disciplina masivamente votó contra la venta del agua y la privatización del servicio público.

De la guerra del agua nace nuestra Red, así como de otros acontecimientos históricos que le siguieron y que han enriquecido nuestra lucha creativa en defensa del agua como bien común.

15 años hace de esos primeros días de abril que con intensidad en la movilización, con claridad en las propuestas, las calles de Cochabamba, las carreteras y caminos que a ella llevan, se hicieron escenario de la lucha, de la deliberación, de la exigencia y la Coordinadora del agua se hizo un espíritu que en todas partes estaba, latía como el corazón del pueblo y se hizo inapresable, incontenible.

En estos quince años nos hemos preguntado por conquistas y logros, por errores y aciertos, por nuevos retos y propuestas, siempre teniendo la lucha del pueblo boliviano y del cochabambino con especial cariño en nuestro pensamiento y acción.  Las organizaciones y procesos emanados de la guerra del agua mantienen la lucha viva, recrean en cada Cooperativa, en cada Junta de Vecinos, en cada comunidad de regantes esta historia, esta experiencia y se mueven desde la solidaridad, en minga permanente defendiendo los bienes comunes, el territorio, el agua.

A quince años de la guerra del agua tenemos hoy que redoblar esfuerzos en contra el modelo extractivista de despojo y contra todas las modalidades de privatización, mercantilización y financiarización del agua.  Con la enseñanza de la guerra del agua persistimos en la construcción y fortalecimiento de alternativas sustentables de gestión pública y comunitaria del agua.

Mujeres y hombres de todos los rincones de nuestra América persistimos en nuestra lucha reconociéndonos como iguales en derechos e invitando a nuestros jóvenes, niños y niñas a la defensa de los bienes comunes y los territorios y del derecho humano al agua desde una perspectiva integral.

Nos preocupa el hábitat del agua, la contaminación de ríos, lagos, arroyos, la pérdida de humedales y acuíferos, la contaminación creciente de las fuentes y la gran cantidad de represas grandes y pequeñas que están en construcción o proyectadas y que matan los ríos. La defensa de los territorios del agua entorna y da contexto a la lucha por el derecho humano al agua vinculada a la defensa de los bienes comunes. Por eso la defensa de los territorios del agua es fundamental para garantizar la justicia hídrica, para garantizar el acceso universal a ella para usos vitales de los seres humanos y de todos los seres vivos.

Hemos aprendido que tenemos que conocer, estar muy bien informados, hacer un seguimiento intenso a las maneras de privatización y en este camino la investigación popular se ha enriquecido con el aporte de organizaciones y personas que dedican grandes esfuerzos a comprender estas lógicas de privatización y así nos llenamos de argumentos para protestar y proponer.

 

redvidalogo Nuestra pregunta dicha de mil maneras ¿de quién es el agua, a quién pertenece?, ¿es que el agua puede pertenecer a cualquiera? tiene la respuesta que la gente que la ha cultivado como bien común sabe con toda certeza: el agua es de la naturaleza, es de todas las personas, es de todos los seres vivos y así debe permanecer por siempre.

Con indignación vemos avanzar normas, leyes y tratados que hacen del agua una mercancía y como el Trade in Services Agreement (TISA), profundizan la privatización de los servicios públicos. Con más ahínco insistimos ante los estados, ante los gobiernos que no pueden permitir la apropiación particular y privada del agua.   El Banco Mundial como protagonista de la privatización del agua, la OMC y las mismas Naciones Unidas siguen creando condiciones favorables para la privatización y la imposición del modelo corporativo-empresarial.  De manera abierta o encubierta se privatizan las fuentes y el servicio público.

 

Como lo expresamos en la declaración de México en octubre de 2012 en nuestra asamblea continental: “Hacemos un llamado al Banco Mundial a poner fin a toda inversión en las corporaciones privadas de agua, comenzando por despojarse de toda participación en el capital accionario de estas empresas, revitalizar el financiamiento del Banco Mundial para los sistemas públicos y comunitarios de agua, sin condicionamientos de privatización o de operaciones público privadas; le solicitamos detener la promoción de la privatización del agua a través de investigaciones, relaciones públicas, marketing, abogacía y asesoría directa a los gobiernos beneficiarios de los créditos.” Nos preocupa también como este proceso de privatización desconoce la gestión comunitaria del agua y despoja a las comunidades de sus conocimientos  e infraestructuras y desconocen sus derechos a la organización, la participación política, la autonomía y la independencia en la gestión de los sistemas construidos a través de la minga, el convite, el trabajo solidario.

Mientras en Cochabamba se celebra la libertad del agua y se realizan intercambios sobre su gestión solidaria como bien común,  en Corea los comerciantes del agua, el Banco Mundial, a través de la Global Water Partnership (GWP), el Consejo Mundial del Agua (WWC), Coca Cola internacional, Suez, Vivendi, GW Thames, etcétera, y algunos entes gubernamentales que les apoyan realizan el foro comercial, conocido como el Foro Mundial del Agua, en el que hablan eufemísticamente de  tecnologías de última generación con el agua, hablan de gobernanza y gestión de infraestructuras.  Hablan del secuestro del agua para fines mercantiles. Hoy en Cochabamba como en muchos lugares de nuestra América las comunidades redoblan sus resistencias. Las comunidades organizadas renuevan sus compromisos en defensa del agua en contravía del VII Foro que se celebrará en Daegu (Corea del Sur) en este mismo mes de abril.

Saludamos los quince años de la guerra del agua, reafirmándonos en nuestros valores y principios.  Sin agua no hay vida y sin ella no se puede hablar de derechos, justicia, paz y democracia.

 

Abril 4 de 2015, RED VIDA.

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