«palabras para tejernos,resistir y transformar» en la época que estamos viviendo

Es un libro de ensayos en torno a la pregunta ¿qué época estamos viviendo? , recientemente publicado en Oaxaca (México)

Cuándo: Jueves, 22 de diciembre de 2011
 
Hora: De la(s) 9:30 a la(s) 12:30
Dónde: EL REVOLUCIÓN Cafè & Restaurant, Calle Chuquisaca 0565, entre Lanza y Baldivieso, Teléfono: 4452074

Será presentado por
Raquel Gutierrez y Oscar Olivera.

Comentaristas
Carlos Crespo y Victoria Giambruno Salomón

Contiene los trabajos de:

Pablo Mamani de Bolivia,
Oscar Olivera de Bolivia
Raul Zibechi de Uruguay,
Héctor Mondragón,Manuel Rozental y Vilma Almendra de Colombia,
Pablo Dávalos y Natalia Sierra del Ecuador,
Raquel Gutiérrez de México).

SIGUE ANDANDO LA PALABRA Y LA ESPERANZA

Como en el 2000, como en el 2003, como en diciembre del 2010, ahora en el 2011 decidimos, junto a un puñado de hermanas y hermanos, incorporarnos en la Marcha en Defensa del TIPNIS y la Vida. Y seguimos marchando, hacia delante. Encontrándonos siempre con la mentira, la soberbia, la impostura, el autoritarismo y el discurso descalificador de los de arriba, estos que gobiernan para sus amos: el dinero y el desprecio a nuestros pueblos.

Y como en esos años los derrotamos. Derrotamos eso que se les impregna cuando son poder estatal y lo hicimos con las mismas armas de siempre: nuestra indignación, nuestros cuerpos, nuestra dignidad, nuestra palabra, nuestras voces, nuestra generosidad, nuestra capacidad de decir BASTA! y ASÍ NO!

Cuando con Raquel, Raúl, Manuel, Héctor y Pablo pensamos en escribir estos textos, no me animé mucho por lo duro que es contar lo que va pasando en estas tierras, en tu vida cotidiana. Te indigna, te rabia y también te fortalece y nos hace querer ser más coherentes y usar todas las herramientas que tenemos para decir y para caminar juntas y juntos, por lo que queremos y creemos.

Estas palabras escritas no pretenden “dar línea”, ni menos generar polémica con los de arriba. Lo que queremos es que, en las mismas, la gente se vea aunque sea un tantito reflejada. Como en un espejo de agua. Porque como lo dicen los hermanos y hermanas que forman parte de este colectivo “escribidor”: estas letras son producto de la escucha, con el corazón y los oídos. En las calles, los caminos, en las plazas, en los campos, en las comunidades, en los mercados, en las asambleas de los barrios, de los comités de agua y de los regantes. O cuando escuchamos también las quejas de nuestros hermanos ríos, las hermanas montañas, el viento y ante todo, cuando se enoja y llora nuestra Madre la Tierra.

Agradecemos a todos y todas ellas. A la gente, que quizás sin saberlo y de manera recíproca, nos informa, nos comunica, nos transmite, nos enseña, en esos mismos escenarios, sus padecimientos, sus angustias, sus dificultades, sus broncas. Pero también nos transmiten sus sueños, sus esperanzas, sus atrevimientos, su irrespetuosidad al Poder. Y ante todo sus ganas y decisión de no claudicar jamás, de seguir batallando por algo distinto, que está ahí, en el imaginario de todos y todas.

Que siga andando la palabra, que siga andando la indignación, que siga andando la esperanza, la alegría, la lucha. Desde Tahir hasta el TIPNIS, desde Wall Street hasta Cajamarca, desde la Patagonia hasta Tesalónica, desde Medellín hasta Damasco, desde Barcelona hasta Ciudad Juárez. Es decir: hasta siempre.

Oscar Olivera, diciembre de 2011

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