LA SEMILLA GERMINA

DSC_0873Pasaron los meses y el proyecto «Salvemos al Río Rocha: Acción ecoproductiva en la U.E. Jesús Terceros» está cerca de concluir, pero la semilla que hemos puesto, recién empieza a germinar.  Con lxs más chicxs, construimos jardines verticales, huertos de pie cuadrado con lxs del medio y con lxs más grandes convertimos un basural en camas de cultivo biointensivas. Así, el sueño de una escuela agroecológica avanza paso a paso de la mano de la comunidad educativa y la Fundación Abril.

Uno de los sucesos que más alegrías y desafíos ha representado en esta gestión fue la fusión de los dos turnos escolares (mañana y tarde) y la apertura del nivel secundario en la escuela, todo esto como fruto de las gestiones interinstitucionales y los buenos resultados del proyecto socio-productivo. El número de alumnos pasó de 300 a 700, lo que también significó un proceso de adecuación del trabajo de agricultura escolar para llegar a todos y todas. ¡Y lo hicimos!

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Durante los últimos meses escolares del año pasado y los primeros meses de este año, hemos disfrutado de cosechas mensuales de diferentes hortalizas; primero rábanos, lechugas y acelgas; después, tomates, cebollas, vainitas, habas, calabazas y repollos. Desde los más chicos a los más grandes, todos y todas preparan sus alimentos, elaboran ensaladas junto a sus maestras o cocinan algún plato sencillo. En este punto del proyecto podemos afirmar con mucho agrado que se ha establecido un ritmo de trabajo alrededor de los huertos escolares.

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También hemos abierto nuevas sendas para construir autonomía e independencia en el funcionamiento de proyecto socioproductivo. Por un lado, los y las jóvenes de secundaria empiezan su primer cultivo de frutillas, además, pronto tendrán la gran responsabilidad de gestionar el invernadero y la misión de proveer a la escuela de semillas y plantines. Por otro lado, la consolidación del círculo de producción se encuentra cada vez más cerca gracias a la implementación de un sistema de compostaje que tendrá dos modalidades: la primera es una cadena de composteras de turril, fáciles de utilizar y muy prácticas para obtener compost orgánico en menor tiempo, y la segunda es la elaboración de compost en pila, que nos permitirá una producción mucho mayor pero a largo plazo.

En cuanto a la formación, poco a poco se están dando experiencias educativas a través de los huertos. Ya sea para una clase de matemáticas, de biología o ciencias sociales, los niños y niñas empiezan a aplicar la realidad del huerto a los contenidos de aula. Además, hemos venido realizando, a través de talleres dinámicos, una campaña de concientización en las y los estudiantes respecto a los grandes problemas ambientales que afectan a nuestra ciudad y nuestro planeta, como la basura, la contaminación del agua y el cambio climático.

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Pero el trabajo no termina ahí, aún quedaba un segmento de la comunidad educativa con los que no habíamos puesto las manos a la tierra, las madres y padres de familia. Durante el último bimestre hemos empezado el proceso de implementación de huertos familiares con un taller práctico y dotando de material básico para que las familias voluntarias puedan construir sus propios huertos. Asimismo, madres y padres se han sumado a la construcción de un tanque de agua para las camas de cultivo biointensivo, y la obra ya se encuentra cerca de su culminación.

De esta manera buscamos que la semilla que hemos cultivado pueda crecer, desarrollarse y que los frutos sean generaciones conscientes, críticas y sensibles ante la realidad medio ambiental.

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