Gran movilización del 1º de mayo, de cerco y construcción

En 1886, desde el 1 al 4 de mayo, miles de obreros salían a las calles para cercar la injusticia económica y social imperante en el país mas “desarrollado” del mundo, los Estados Unidos de Norte América. Las 18, 16, 14 horas de trabajo de hombres, mujeres y niños que diariamente trabajaban a costa de miserables salarios, impulsó a centenares de miles a tomar las calles de ese país, su salida era la culminación de un proceso de construcción de la solidaridad, de la agregación, de la lucha, entre todos y todas los obreras y obreras del mundo.

Ocho horas para el Trabajo, Ocho horas para el descanso y Ocho horas para la Re-creación eran las consignas de esas gigantescas movilizaciones que después de algunos años se convertían en realidad, no solo en Estados Unidos sino en muchas partes del mundo. Fue el inicio de la construcción de la Cultura Obrera, la Identidad de Clase y la Memoria Histórica de hombres, mujeres, jóvenes y niños, contra la explotación, la injusticia del capital sobre el mundo del trabajo, que somos nosotros y nosotras.

Hoy después de que en nuestro territorio se implementó la jornada laboral de 8 horas en 1930, los obreros y obreras, los trabajadores y trabajadoras, de todas las edades; porque todos y todas trabajamos, salimos a las calles, a eso mismo de 1886, a cercar la precarización laboral, la inestabilidad y la explotación.

Salimos a cercar la invisibilidad a la que nos quieren someter patrones y gobierno, como si no existiéramos, como si el cemento para las viviendas y carreteras, como si la ropa, los alimentos, los calzados, las bebidas, caerían del cielo y no fueran producidas por nosotros y nosotras, para que otros vivan mejor y vivan de nuestro trabajo y esfuerzo.

Salimos a re-construir nuestros lazos de hermandad, reciprocidad y solidaridad, elementos que que debe ser recuperados y cultivada con mucha generosidad y respeto. Salimos, como lo haremos una y otra vez, para decir ¡Basta!, ¡Sí, existimos! Porque estamos organizados y movilizados y a eso le temen los gobernantes y patrones.

La Lucha de ayer, es la de hoy y será la de mañana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡¡Honor y Gloria a los mártires de Chicago, a los hermanos y hermanas caídas en las luchas en nuestro territorio!!

Dejar un comentario