YAKUTA TANTANA: Agua de lluvia para las escuelas cochabambinas

FormatFactoryDSC_0044

Frente a las carencias y precariedad en el acceso al agua de las unidades educativas de la zona sud de Cochabamba, el proyecto Yakuta Tantana, impulsado por la Fundación Abril y el Centro de Voluntariado Italiano (CeVI), busca cosechar el agua de la lluvia para paliar esta necesidad y contribuir a la educación ambiental de las y los estudiantes de la zona. El proyecto ya ha empezado en dos escuelas: Compañía de Jesus (Av. Petrolera Km 7) y Arnoldo Shwimmer Gamza (Valle hermoso) con cuyos directores tuvimos la oportunidad de conversar.

El agua, un problema de todas y todos

En las últimas décadas, el agua se ha convertido en un tema recurrente de las agendas globales, gubernamentales, económicas y sociales, ha pasado de ser un recurso ilimitado a un bien escaso y fuente de innumerables conflictos. La “Guerra del Agua” el año 2000 fue, justamente, un momento histórico donde el problema del agua  (su propiedad, acceso y distribución) fue el punto central desde donde se puso en entredicho al modelo neoliberal imperante hasta entonces en Bolivia. Sin embargo, a pesar de las luchas sociales, victorias y esfuerzos institucionales para democratizar el acceso al agua en nuestro país, la realidad todavía es muy adversa.

Según datos del Grupo de trabajo de la Cooperación Internacional sobre Agua y Saneamiento en Bolivia (GRAS), el 25% de los bolivianos no tienen acceso al agua potable. A esto se suman los cambios climáticos globales que, durante 2016 y 2017, han producido una de las peores crisis hídricas en el país en los últimos 25 años. Dentro del panorama nacional citado, la situación histórica de la zona sur de la ciudad de Cochabamba es uno de los casos más emblemáticos.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

La zona sur comprende 6 distritos (5,6,7,8,9 y 14) donde viven el 54% de la población total del municipio cochabambino y se constituye en uno de los lugares que mayor crecimiento demográfico ha experimentado durante los últimos años. Sin embargo, la cobertura de agua y saneamiento no han seguido este vertiginoso crecimiento: la empresa municipal de agua (SEMAPA) aún no ha llegado a buena parte de los distritos de esta zona y, en consecuencia,  las y los vecinos han construido durante décadas formas de acceder al líquido elemento, como la conformación de comités y cooperativas de agua (para el perforado de pozos) y la compra de agua a carros cisternas. Pese a estos esfuerzos, la precariedad en el acceso y el saneamiento sigue presente.

FormatFactoryDSC_0075

Lic. José Medrano

 

La gente vive mayormente comprando agua de la cisterna y con la cooperativa, pero la gente de más allá (estamos en el km 7) la gente del 9 del 10, tienen este problema de poder acceder. No tienen agua, y si tienen, hace falta el alcantarillado también, es una sentida necesidad. La misma electrificación en la noche, hay sectores que son muy oscuros, eso también implica la inseguridad para los vecinos.

La zona sud es una zona dejada por las autoridades. No le dan mucha importancia, sin embargo es la zona que más ha crecido, porque la gente que migra principalmente de Oruro, La Paz, Potosí, son gente que se ha venido a vivir a este lado, por eso esta zona ha crecido bastante, no?. Si vemos desde aquí, vemos los cerros que antes estaban vacíos y ahora están llenos de casas. Y toda esa gente, imagínese, en el cerro, como estarán viviendo, ni trufis llegan a algunos lugares. Esperemos que con el tiempo esto se pueda subsanar y todos podamos vivir tranquilos.

Lic. José Medrano. U.E Compañía de Jesús

FormatFactoryDSC_0158

Lic. Juan Gonzales

En estos últimos tiempos ha cambiado totalmente esta zona. Si retrocedemos unos 20-25 años, toda esta zona eran cerros y serranías, sin construcciones, nada, especialmente en el km 10, era completamente cerros. Pero hubo asentamientos y empezaron a proliferar muy rápido y por esa situación siguen pelando en muchos lugares de la zona sur en cuanto a servicios básicos, alcantarillado, agua potable. La zona ha crecido y sigue creciendo.

Lic. Juan Gonzales. U.E Arnoldo Shwimmer Gamza

Las escuelas

Si la situación de los barrios de la zona sur es difícil, la situación de las escuelas públicas establecidas allí es aún más dramática. En Cochabamba hay 170 unidades educativas, el 30% de las cuales se encuentran en la zona sur de la ciudad, mismas que enfrentan graves problemas de abastecimiento de agua, lo que implican riesgos para la salud de los estudiantes y, por lo tanto, ponen en peligro su derecho a la educación en condiciones sanitarias aceptables. Enfermedades gastrointestinales e infecciones urinarias son algunas de las consecuencias de la falta de agua en los baños escolares.

Al respecto, el Lic. José Medrano de la escuela Compañía de Jesús afirma: “Sabemos que el agua es lo primordial para todo ser humano, y no solamente para el consumo sino también para el tema de los baños. Que no podamos utilizar el agua y entrar a un baño que este todo sucio es grave, y tenemos 600 alumnos y sólo somos un turno, hay dos turnos más (tarde y noche). El agua es una gran necesidad. En ese sentido, la alcaldía nos apoya con agua de cisterna que nos trae dos veces a la semana, pero eso tampoco abastece. Gracias a los papas, por los aportes que dan, se llega a comprar cisternas extra”.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

La situación es parecida en la escuela Arnoldo Shwimmer Gamza de Valle Hermoso, a decir del director Juan Gonzales: “Uno de los problemas más álgidos es el agua para el aseo personal y las baterías de baños (…) uno de los principales problemas es la proliferación de epidemias, porque con la poca agua que nos da la alcaldía a la semana (8000-1000 lts) y para una población de 1500 estudiantes (turnos mañana y tarde) eso es poquísimo, eso hace que los baños no estén higiénicamente aseados y provoca la proliferación de diferentes enfermedades, particularmente para los niños de inicial y primaria. Recibimos agua una vez a la semana de forma gratuita los días miércoles.¿Qué ocurre? Si un miércoles hay un paro o hay un feriado la cisterna no viene y nos quedamos sin agua”.

Esta es la realidad de las escuelas en la zona sur de Cochabamba, es gracias a las madres y padres de familia que aportan mensualmente para comprar cisternas extra que es posible paliar en cierta medida la falta de agua. Pero la falta de agua se suma al crecimiento poblacional, lo que deriva en una mayor presión de alumnado nuevo sobre las escuelas ya existentes. “Hay presión demográfica en las escuelas. Cuando trabajaba en el km 7 ½ trabajaba solamente con el nivel secundario, estuvimos sobre los 500 a 600 estudiantes. Gestión anterior he estado en el km 10, más abajo, ahí hemos tenido alrededor de 1500 estudiantes”, opina el dir. Gonzales.

Agua de lluvia, la alternativa de las escuelas de la zona sur

En esta situación de crisis, es urgente generar y recuperar saberes y haceres alternativos que nos brinden formas distintas de acceder al agua de forma sustentable y, por otro lado, movilizar energías sociales hacia un cambio de perspectiva en nuestro relacionamiento con el agua. El proyecto “Yakuta Tantana” busca combinar estos elementos a través de la construcción comunitaria de sistemas de captación de agua de lluvia en escuelas públicas, ya que consideramos que “cosechar” agua de lluvia puede ser la principal estrategia para hacer frente a la escasez de agua y adaptarse a los cambios climáticos que reducen la disponibilidad de agua para las comunidades locales. Nuestro objetivo es, pues, aumentar la disponibilidad de agua para el consumo humano, el saneamiento y el uso productivo en las escuelas de las áreas periurbanas y en el área rural.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

El proceso de trabajo de esta tecnología social es simple: Construir de forma comunitaria 2 cisternas (a base de placas de cemento) con capacidad de 52mil litros cada una y utilizar los tinglados escolares (de una extensión aproximada de 180m2) como colectores de agua. Una vez canalizada la lluvia que cae sobre el tinglado hacia los cisternas, mediante un pequeño sistema de tuberías, ya tenemos el agua que podemos utilizar para diferentes fines.

Este proyecto va a ayudar bastante a la unidad educativa. Tenemos que ver la forma de que estos tanques funcionen todo el año, porque todo el año necesitamos agua. Para nosotros es una súper ayuda. Además, de acuerdo a lo que nos han explicado, lo han construido en el menor tiempo posible. Y los padres, contentos, han ayudado y han trabajado en la construcción, se han puesto las pilas como decimos. Es una gran alegría saber que en tan poco tiempo esté construido. (…) Algunos papás se enteraron de esto y dijeron que en sus barrios también hay otras escuelitas, que nos gustaría que apoyen. Este tipo de apoyos y organizaciones hacen mucha falta, especialmente en la zona sud. Con seguridad nosotros vamos a dar un muy buen uso, los vamos a cuidar, les vamos a dar el mantenimiento correspondiente.

Lic. José Medrano. U.E Compañía de Jesús

Vimos la posibilidad e inmediatamente empezamos con una asamblea general. Todos quedaron conformes y felices y empezamos el trabajo con los padres de familia, vino casi el 100% de los padres a trabajar por turno. Hay bastante participación y compromiso de parte de los padres de familia.

Lic. Juan Gonzales. U.E Arnoldo Shumer Gamza

 

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Los beneficiarios de esta iniciativa serán los alumnos y profesores de 10 unidades educativas en el área periurbana de Cochabamba. Calculando que el promedio de estudiantes por unidad de educación (entre 6 y 18 años) es de 500 alumnos, los beneficiarios directos del proyecto serán 5.000 personas. Compañía de Jesús y Arnoldo Shwimmer Gamza son las dos primeras escuelas seleccionados para la implementación de los sistemas de captación de agua de lluvia, que se unirán a la casi veintena que ya ha construido la Fundación Abril, en colaboración con otras instituciones, en el departamento de Cochabamba.

Agua de lluvia para los huertos escolares

La llegada del agua a las escuelas significará no solamente mejores condiciones de higiene y saneamiento, sino la posibilidad de generar herramientas educativas para la educación ambiental de los estudiantes. En primer lugar, los estudiantes podrán conocer (y aplicar) formas de captar el agua de lluvia e intrpducir buenas prácticas de uso eficiente y consciente de la misma. En segundo lugar, el agua posibilitará la construcción de huertos escolares que tendrán una doble función. Por un lado serán extensiones del aula, laboratorios vivos donde maestras  maestros puedan aplicar los contenidos teóricos y, por otro lado, serán espacios de producción orgánica de hortalizas para la toma de conciencia sobre la alimentación saludable, el valor de la producción de alimentos, la cooperación, etc.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

La importancia de estos temas es explicada por el dir. Gonzales quien nos cuenta: “El problema que tenemos son los kioscos, que sólo ofrecen dulces. En los kioscos de la escuela tratamos que se ofrezcan otras opciones. Con el tiempo es posible cambiar para que el recreo sea más saludable.” En esa misma línea, el Dir. Medrano afirma: “Los chicos de hoy en día prefieren las salchipapas y los fritos, cuando les ofrecemos fruta no quieren. Los chicos están acostumbrados a la comida rápida, no valoran la comida más nutritiva. Es una pelea que aún tenemos en la escuela, para generar hábitos alimenticios. En este proyecto también incluiremos huertos escolares, para producir huertos que sean sanos y que después puedan cosechar y consumir los frutos de su trabajo. Los profesores también están a la expectativa de recibir esta capacitación (en los huertos escolares), y a través de los profes llegar a los chicos y a través de los chicos llegar a las familias, eso sería lo ideal, de que todos podamos tener una alimentación sana”

Esa es la ruta que nos trazamos y ya empezamos a caminar. ¡Yakuta Tantana! (¡Juntemos agua!)

Dejar un comentario