El largo camino para construir una vivienda verdaderamente digna

Han pasado cuatro años, han pasado las penurias cotidianas de miles de familias pertenecientes a la OINCO, los niños de esas familias ya  son jovencitos y jovencitas, los papás y las mamás de esas familias están mayores no solo por la edad, sino por las angustias que supone someterse a las condiciones indignas de  las viviendas alquiladas por parte no solo de los “dueños y dueñas” de esas viviendas, sino también de los gobernantes cuyos planes de “vivienda social” han fracasado y han servido como fuente de corrupción para algunos malos funcionarios.

Han pasado cuatro años donde han sido varios días, varias jornadas de encuentro de las familias de OINCO en las cuales se han  establecido tareas de capacitación, de intercambio de experiencias, de fortalecimiento de la decisión para seguir perseverando en el objetivo que nos hemos trazado: La vivienda de OINCO, social y comunitaria.

En este tiempo hemos contado con el apoyo comprometido de técnicos y activistas que han trabajado junto a OINCO, con muchas limitaciones, pero tampoco han desmayado.

En este tiempo también hemos avanzado, hemos logrado establecer con mucho sacrificio el Proyecto de la Pulpería de OINCO, proyecto que hay que evaluarlo y que vale la pena mejorarlo porque se trata de la alimentación de la gente y de sus familias. Se ha concluido con el estudio de nuestro proyecto a diseño final, realizado por una consultora contratada por la gobernación que ha fijado los términos y parámetros de nuestro plan, y lo mas importante…hemos logrado que la concepción de “Vivienda Social-Comunitaria” se convierta en una “Política de Estado”.

Es decir,  que los de arriba tomen en cuenta nuestra visión, nuestra opinión y nuestra decisión sobre el tema de la VIVIENDA DIGNA, que recupera los valores ancestrales de la convivencia social y con la naturaleza, enseñada y compartida por nuestros padres, madres, abuelos y abuelas que va enmarcada dentro el verdadero “proceso de cambio” del cual somos legítimos protagonistas.

Estamos ahora en la exigencia de tener el “suelo”, para construir nuestro Plan de Vivienda,  hemos tenido un encuentro con el Gobernador, los funcionarios del INRA y la Dirección de Vivienda y Saneamiento quienes se comprometieron hasta este fin de julio responder sobre este tema, así como nosotros y nosotras debemos presentar un Proyecto de Financiamiento, es decir cómo vamos a acceder como sector popular de la manera              NO-MERCANTILISTA, a nuestro propio plan. En esa reunión han estado también presentes los hermanos comunarios de Arrumani quienes han comprendido y apoyado nuestro proyecto que servirá como reciprocidad nuestra para con ellos, en la defensa de sus tierras agrícolas ahora avasalladas por los “loteadores” y sus socios.

Pero si bien estos logros son importantes y estamos en la recta final para conseguir lo que empezamos de manera organizada, es necesario re-doblar los esfuerzos en la organización de la OINCO. Las Asambleas son nuestro espacio de encuentro y fortaleza, ahí tomamos las decisiones, de ahí parten las acciones, por ellas hemos conseguido lo que se ha logrado hasta hoy.

Unidad, Organización, Confianza, Lucha, Perseverancia, son los instrumentos que hasta hoy nos han servido en esta noble y larga tarea de dignificación de la vivienda y la vida de nuestras familias.

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